En cualquier proyecto audiovisual es importante saber sobre qué idea vas a trabajar. Para obtener un buen resultado y satisfacer al cliente, el trabajo se divide en cuatro fases:

Por una parte, tenemos la preparación del guión. En esta sección básicamente se realizan bocetos de la idea principal del proyecto mediante los storyboards y se le muestran al cliente para que este de su visto bueno y diga si la idea planteada es adecuada o no. El precio de esta fase dependerá de la dificultad que conlleve.

La segunda parte, se trata de la preproducción. En esta fase es donde se detallan los materiales que se van a usar (cámaras, iluminación… ), localizaciones. equipo técnico, personal…

La tercera parte es producción. Fundamentalmente, consiste en grabar el proyecto y fijar un presupuesto diario de lo que costará.

Por último, la fase de post-producción. En esta, tiene lugar el montaje y edición  del producto, se hacen correcciones si es necesario, se aplican efectos o grafismos… Es importante destacar que se le añade un coste extra al presupuesto por esta sección y por las revisiones que se requieran por parte del cliente.

Para concluir, se debe tener presente que el proyecto siempre dependerá de la elección del comprador, de lo que pida y requiera y de la forma de trabajar de la propia empresa.